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Ken Paxton, fiscal general del estado de Texas, presentó una demanda contra una medida aprobada por la Administración de Joe Biden hace dos días que permitiría la liberación de algunos migrantes que llegan a Estados Unidos mientras esperan terminar sus trámites.
En un comunicado, Paxton dijo lo siguiente: “El programa promulgado por el Departamento de Seguridad Nacional el 10 de mayo, permite a la Administración “poner en libertad condicional” a extranjeros ilegales en Estados Unidos sin ni siquiera emitir un aviso de que están obligados a comparecer ante un juez de inmigración“.
De acuerdo con el republicano, la nueva normativa “en lugar de dar a los extranjeros ilegales una fecha de comparecencia ante un tribunal antes de ser puestos en libertad, simplemente pide que los inmigrantes ilegales den una dirección postal y prometan presentarse en un centro del servicio de aduanas (lCE) en un plazo de 60 días para pedir una cita con el tribunal de inmigración“.
La querella se produce luego de que la Casa Blanca tildara de “sabotaje” la resolución de un juez de Florida que ha ordenado la suspensión de la medida.
La vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, describió en su rueda de prensa diaria como “dañina” esa disposición judicial y adelantó que el Departamento de Justicia lidiaría con ella.
“Vamos a usar las herramientas de las que disponemos para tratar este asunto”, expresó la portavoz, al mismo tiempo que hizo un llamado al Congreso a actuar para solucionar la situación migratoria.
Por su parte, Kent Wetherell, juez federal de Florida, ordenó al Gobierno de Biden detener temporalmente una medida que permitiría la liberación de algunos migrantes que entraron por la frontera mientras esperan sus trámites.
El fallo responde a una demanda del Gobierno de Florida que las autoridades ignoran una ley que exige que los migrantes que entren irregularmente al país sean arrestados.
Con información de EFE
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