Fue en 1970 cuando una mujer llamada Janite Lee emigró a Estados Unidos, junto con su esposo y sus 3 hijastros, dejando a su natal Corea del Sur, en búsqueda de una mejor vida.
La familia se asentó en Missouri, en donde Janite abrió una tienda de pelucas, con la cual pudieron mantenerse durante varios años hasta que en 1993, la suerte le sonrió a esta mujer al llevarse un premio mayor de lotería del estado de Illinois.
Lee, quien en ese entonces tenía 60 años, se hizo acreedora a $18 millones de dólares, gracias a este premio de lotería; sin embargo, una década después terminó sin nada y peor aún, con una deuda millonaria a cuestas.
Donó gran parte de su millonario premio de lotería
Al cobrar el premio de lotería, Janite optó por recibir la cantidad divida en 20 pagos anuales de $620,000. Esto, sin duda, le vino a cambiar por completo la vida, ya que pudo darse algunos lujos con su familia e incluso, se le vio a lado de importantes políticos, como por ejemplo con el expresidente Bill Clinton.
Sin embargo, también la ganadora optó por destinar gran parte de su premio en decenas de donaciones benéficas.
La mujer de origen asiático otorgó gran parte de su dinero a la Universidad de Washington, mismo que fue usado para construir una biblioteca con una sala de lectura en la facultad de derecho, que lleva su nombre.
Aunque la institución se negó a decir cuánto dinero les había dado Lee, una amiga de ella, llamada Kay Song-Lee, reveló que les cedió $1,5 millones. Más tarde, en 1999, donó entre $500,000 y $1 millón a la misma institución educativa cuando su hijastra se graduó.
De igual manera, Lee se inmiscuyó en la política, particularmente apoyando al partido demócrata, otorgando cientos de miles de dólares para distintas campañas políticas; también entregó $150,000 al gobierno federal para los desempleados y la comunidad coreana.
Otras organizaciones locales se vieron beneficiadas de la caridad de Lee y algunas iglesias.
Los problemas por los que atravesó esta ganadora de lotería que la dejaron sin dinero
Ya gozando de un alto perfil en su comunidad, la ganadora del premio de lotería adquirió una casa en North County para que fuera usada como un club privado, pero años más tarde, cuando comenzaron sus problemas económicos, decidió venderla.
Debió pagar $750,000 como multa tras liquidar un préstamo por adelantado. Lamentablemente, también hizo una mala inversión en un restaurante y desarrolló una adicción a los juegos de casino, en donde perdió cerca de $350,000 y venía ya arrastrando una gran deuda con sus tarjetas de crédito.
Así que para tratar de salir de los problemas, solicitó un préstamo al banco, que en 2001 ya debía más de $1,4 millones.
En julio de ese año, Lee se declaró en bancarrota; en sus cuentas bancarias solo le quedaban $700 y tenía una deuda de $2,5 millones.
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