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Greg Russ, director de la Autoridad de Vivienda de la ciudad de Nueva York, renunciará a su cargo como director ejecutivo de NYCHA, sin embargo, continuará como presidente de la junta de autoridad.
La novedad de que Russ dejaría de encabezar las operaciones diarias de la autoridad llegó días después de que el agua del complejo de viviendas de East Village diera positivo por arsénico, hallazgo que las autoridades dijeron que fue provocado por la compañía de pruebas ambientales que manejó la pruebas allí.
“En gran parte tiene que ver con su manejo del tema de Riis Houses”, declaró una fuente familiarizada con la situación.
Al ser cuestionado sobre si Russ estaba siendo “expulsado” por la administración del alcalde Eric Adams por el su descontento relacionado con la situación, la fuente admitió: “Eso tengo entendido, sí”.
El cambio de estatus de Russ, que fue reportada de primera mano por el Daily News y Político, fue seguida por el anuncio de Adams que nombró a la asesora general de NYCHA, Lisa Bova-Hiatt, directora ejecutiva interina de la autoridad.
De acuerdo con el comunicado de prensa del alcalde, Bova-Hiatt ocupará ese cargo mientras su administración, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE. UU. y la Oficina del Fiscal de EE. UU. en el Distrito Sur de Nueva York ejecutan una búsqueda nacional de un director general “permanente”. Bova-Hiatt iniciará su nuevo puesto el próximo lunes.
“La separación de estos roles establece una estructura de liderazgo nueva y más efectiva, alineando a NYCHA con la estructura operativa de las autoridades de vivienda pública en todo el país”, declaró la oficina de Adams.
“Estoy decidido a trabajar con mis socios en el gobierno para identificar a los líderes correctos y la estructura adecuada para que NYCHA cumpla nuestras promesas a los residentes de viviendas públicas”, añadió Adams.
De acuerdo con un miembro del ayuntamiento, Russ se volvió en tema del descontento del alcalde luego de que el medio The City informara el 2 de septiembre que el agua en Riis Houses diera positivo para arsénico.
Asimismo, el mismo Adams se dirigió a Riis para distribuir agua embotellada a los residentes a los que les aconsejó no hacer uso del agua de grifo.
Tras una semana, la administración de Adams anunciara que el agua era segura para beber en Riis y que Environmental Monitoring and Technologies, empresa contratada para analizar el agua, “introdujo arsénico en las muestras, lo que llevó a resultados falsos”.
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