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Durante una audiencia del subcomité de Servicios Armados del Senado, el general de la Fuerza Espacial B. Chance Saltzman advirtió a los funcionarios que el aumento de los lanzamientos de satélites de China podría indicar una amenaza para las fuerzas estadounidenses.
Saltzman, un general de cuatro estrellas, destacó la necesidad de lograr financiamiento y fortalecer las defensas, según publicó The Washington Times.
Saltzman declaró que Rusia estaba probando y desplegando armas antisatélite terrestres y orbitales y capacidades cibernéticas, mientras que China se estaba enfocando en láseres capaces de destruir sensores satelitales, así como bloqueadores electrónicos que podrían interrumpir las comunicaciones y la transmisión de GPS.
“(Ambos) tienen la intención de apuntar a las vulnerabilidades estadounidenses percibidas y eliminar la ventaja estadounidense en el dominio espacial”, dijo Saltzman.
“Ambos esperan que el espacio sea clave para la guerra futura al permitir ataques de precisión de largo alcance. Ambos buscan la superioridad de la información mediante la desactivación de los sistemas de comunicación y navegación espacial de un adversario”, agregó.
China ha demostrado un aumento en los lanzamientos de satélites, registrando un total de 35 lanzamientos en los últimos 6 meses, dijo.
La Fuerza Espacial, bajo la dirección del Departamento de Defensa (DoD), opera numerosos satélites de seguimiento, defensa y recopilación de información; estos satélites orbitan la Tierra, detectan amenazas de grado armamentístico, permiten las comunicaciones y brindan vigilancia.
Debido a su misión vital, los satélites operados por la Fuerza Espacial se consideran un activo valioso para el Departamento de Defensa.
Hasta hace poco, su posición en órbita eliminaba la mayoría de las amenazas. Según CBN News, los funcionarios sienten que las amenazas a los satélites están emergiendo rápidamente como una preocupación apremiante para los militares.
En marzo de 2022, Fierce Electronics informó que 37 satélites GPS operados por Estados Unidos eran vulnerables a los ataques cibernéticos de las fuerzas chinas y rusas, y que el desarrollo de China de un satélite equipado con brazos robóticos podría razonablemente permitir ataques físicos en órbita.
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