Melchor, Gaspar y Baltazar, los 3 Reyes Magos, regresaron a El Barrio este viernes 6 de enero, luego de haber estado dos años ausentes en el popular Desfile de Reyes que se festeja en esa parte de Manhattan desde hace 46 años.
Convertidos en muñecos gigantes de 12 pies de altura, y acompañados de otros tres reyes, de carne y hueso, luciendo túnicas coloridas y coronas doradas arrastrando a sus enormes camellos, que se robaron el show de niños y adultos, los Reyes Magos dirigieron una larga caminata que comenzó en la calle 106, y terminó en la famosa calle 116 de East Harlem.
Cientos de vecinos, artistas, grupos folclóricos que llenaron cuadras enteras, y líderes políticos, como la gobernadora Kathy Hochul y el presidente del condado de Manhattan, Mark Levine, al igual que padrinos del evento, salieron a las calles a rendir homenaje a la popular fecha, en la que la tradición señala que los seguidores de la estrella de Belén llegaron cargados con incienso, oro y mirra, y los pequeños esperan la lluvia de regalos.
“Feliz Día de los Reyes Magos. Es un orgullo estar aquí”, dijo la mandataria estatal, quien le imprimió un toque festivo a su caminata con un atuendo rojo encendido.
La alegría fue la protagonista del desfile, que contrastó con el neoyorquino cielo nublado, que por momentos pareció dar espacio a un esbozo de sol, mientras niños del vecindario, como los de la escuela pública PS57 bailaban y se reían al ritmo de los tambores, y adultos como Rosita Martínez movían los hombros de regocijo, gritando que la vida es “pa’ gozar”.
“Yo ya soy una vieja, pero me emociona ver a tanto chamaquito saliendo a celebrar el Día de los Reyes Magos, porque me muestra que nosotros los latinos que vivimos en Nueva York hemos sabido enseñar a nuestros hijos a conservar las tradiciones de nuestros países, y eso es algo muy bonito”, dijo la abuela dominicana.
“Estamos muy contentos que todas nuestras tradiciones y este desfile tan bello lo hagan de nuevo. Es un signo de que nuestra ciudad está volviendo luego de la tragedia de ese virus. Esperamos este año nos vaya mejor”, comentó la puertorriqueña Santa Camejo con más de 30 años viviendo en Harlem.
Marina Rodríguez, originaria de Puebla, México, también se sumó al festejo callejero y llevando a sus dos niños, a una en la carriola y al otro de la mano, con emoción no paraba de admirar a los Reyes Magos gigantes y a los camellos que desfilaron por su barrio.
“Da gusto salir y ver esto tan bonito, especialmente porque a los niños los distrae. Y al ratito nos vamos a la casa a partir la rosca de Reyes con gente de la familia que va a venir y vamos a ver a quien le sale el muñequito para que nos haga otra fiesta”, comentó con rostro pícaro la madre mexicana, al hablar de una de las constumbres que para esta fecha se promueve en los hogares.
Yaya Vargas, del Museo de El Barrio, que promueve cada año el desfile, no solo dijo que el evento fue un momento “para gozar, para estar entre familia, para reír con amistades y con los que uno ama”, sino que también destacó que el mensaje de este 2023 es promover la salud mental entre los neoyorquinos.
“Debemos luchar contra el estigma que significan las condiciones de salud mental y tenemos que empezar a normalizar más el hecho de poder hablar abiertamente sobre lo que nos pasa, de poder encontrar a alguien con quien hablar, en quien apoyarnos porque debemos cuidarnos unos a los otros y tratar de ser felices”, dijo la líder comunitaria.
Vargas explicó que los 3 Reyes Magos mostraron la representación de los tainos (indígenas), europeos y africanos, que representan la cultura latina que goza de mucha mezcla y variedad.
Edwin Torres, médico de El Barrio, quien fue uno de los padrinos del desfile de Reyes, en especial hizo un llamado a estar pendientes de los más pequeños para que puedan tener una buena salud mental y mencionó que esto es tan importante como la salud física.
Y montado en un pequeño carruaje, convertido en otro rey mago, Jesús Papoleto Meléndez, advirtió que tras las dificultades que la pandemia del COVID puso de manifiesto en comunidades latinas como la de East Harlem, hoy más que nunca es vital que el seguimiento a la salud mental sea prioridad.
“Yo aquí ando hoy feliz, de lo más bien, fuerte y chévere, porque hoy todo el mundo es rey, pero también quiero decir que debemos estar muy atentos a nuestro cuidado personal, mental y emocional”, dijo el vecino de El Barrio, quien aprovechó para rendir tributo al diseñador Mario César Romero, quien hizo el atuendo que lució.
“Este es un tiempo difícil pero intento estar bien y mantenerme feliz. Trato de hacer de mi vida una fiesta siempre y debemos cuidarnos todos”, dijo el boricua, mientras pasaba por la calle 111 y Tercera Avenida, recordando el edificio donde se crió. “En El Barrio lo que tenemos es mucha historia y cultura pa’ que vean”.
Marco, de origen mexicano, Sasha, de origen panameño y Laura, de origen colombiano, quienes se unieron para mostrar sus habilidades para la danza durante el recorrido, con largas faldas blancas, coincidieron en que el Día de los reyes Magos permite volver a ser niños para disfrutar y mostrar la importancia de estar unidos.
Y a los puertorriqueños y mexicanos que dominan la población de East Harlem, en el desfile de Reyes se vieron también colombianos, dominicanos, ecuatorianos, peruanos, y este año, de manera particular, venezolanos recién llegados que han formado la mayor parte del flujo de inmigrantes de los últimos meses.
Los venezolanos que están buscando asilo en Estados Unidos y que eligieron a Nueva York como su hogar en medio de su lucha por tener una vida mejor, tuvieron su primera celebración de Reyes Magos en la Gran Manzana, no solo desfilando por las calles de El Barrio este viernes, sino que el jueves fueron consentidos por la Federación Hispana, que les organizó una cena en el Centro de Artes e Interpretación Julia de Burgos.
Allí, líderes políticos y comunitarios les manifestaron nuevamente su apoyo y reafirmaron que no los abandonarán en medio de la lucha migratoria que están dando.
“Nueva York es la mejor ciudad de inmigrantes, y damos la bienvenida a personas de todos los ámbitos de la vida, sin importar su origen”, dijo Frankie Miranda, presidente y director ejecutivo de la Federación Hispana. “De acuerdo con esa tradición de bienvenida que se celebra ampliamente aquí y en toda América Latina, fue un privilegio recibir a los solicitantes de asilo recién llegados para celebrar su primer Día de los Reyes Magos en los Estados Unidos. Escuchar sus historias de primera mano les recuerda a todos que la necesidad de un sistema de inmigración más humano es urgente, y hago un llamado a los líderes del Congreso para que hagan de esto una prioridad en la nueva sesión. El futuro de demasiadas familias pende de un hilo”.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, elogió a los inmigrantes venezolanos que han hecho una larga y peligrosa travesía para llegar a la Gran Manzana en busca del sueño americano y dijo que son un ejemplo de resiliencia y fortaleza.
“Mientras celebramos el Día de los Reyes Magos, aprovechamos este momento para reconocer a todas aquellas familias y amigos que han tomado la decisión de hacer de Nueva York su hogar”, comentó el mandatario local. “Visité a algunas de estas familias que buscan asilo y escuché de primera mano los problemas que enfrentaron en su viaje a nuestra ciudad”.
Manuel Castro, comisionado de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes de la Alcaldía, agradeció a las organizaciones comunitarias que trabajan para crear un ambiente acogedor para que los solicitantes de asilo pudieran celebrar el Día de los Reyes Magos, y recordó que la Ciudad de Nueva York seguirá tendiéndoles la mano.
“A medida que nos acercamos al nuevo año, nuestra oficina continúa empoderando a los neoyorquinos recién llegados con información y recursos”, dijo el funcionario latino.
