Según la última encuesta mensual de Bloomberg, que realiza entre economistas, la probabilidad de que la economía de Estados Unidos entre en recesión en 2023 es de 7 sobre 10 (70%), recortando las proyecciones de demanda y las previsiones de inflación tras las alzas de tasas de interés implementadas por la Reserva Federal (Fed).
Los expertos ven ahora más posibilidades de que ocurra una desaceleración en la economía con respecto al mes previo, cuando en noviembre el 65% de los encuestados pensaba lo mismo.
En cuanto a las estimaciones sobre el Producto Interno Bruto (PIB), prevén que tendrá un débil crecimiento de 0.3% el próximo año, con un descenso anualizado del 0.7% en el segundo trimestre, con datos planos en el primero y el tercero. Se prevé que el gasto de los consumidores, que representa aproximadamente dos tercios del PIB, crezca modestamente a mediados de año.
“La economía de Estados Unidos se enfrenta a fuertes vientos en contra derivados del aumento de las tasas de interés, la elevada inflación, el fin de los estímulos fiscales y la debilidad de los mercados de exportación en el extranjero”, apuntó Bill Adams, economista en jefe de Comerica Bank.
La encuesta muestra que para los tres primeros trimestres de 2023, los economistas esperan un descenso en la inversión privada, que incluye el gasto en equipos y estructuras, y que serán menores que hace un mes. Los gastos caerían 3% en promedio y se incrementarían los riesgos de una desaceleración económica en los Estados Unidos.
“Las empresas se han vuelto cautelosas a la hora de aumentar inventarios y contratar, y probablemente retrasarán la construcción y otros planes de gasto de capital con los créditos más caros y las carteras de pedidos reduciéndose”, explicó Adams.
También se prevé un descenso de la producción estadounidense del 0.7%, según la encuesta de Bloomberg.
En noviembre, los economistas de la Fed pronosticaban que el riesgo de que EE.UU. cayera en recesión era del 50%, mientras que los especialistas de JPMorgan emitieron un informe en el mismo mes, en el que predicen una “recesión leve” para la segunda mitad del próximo año que podría provocar que más de un millón de trabajadores pierdan sus empleos, entre otras afectaciones.
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