Los pacientes que tienen sobrepeso u obesidad suelen recibir en sus consultas médicas la recomendación de perder peso como una forma para mejorar su salud. En muchos de los casos, los consejos para bajar de peso pueden ser demasiado vagos para ser beneficiosos y rara vez son métodos efectivos basados en la ciencia actual, según un análisis de grabaciones de consultas.
Un equipo de expertos de investigó 159 grabaciones de audio de consultas entre médicos generales y sus pacientes que tenían un IMC dentro de los rangos considerados “obesos”.
Investigadores de la Universidad de Oxford en Inglaterra realizó el estudio de 159 grabaciones de audio de consultas donde los médicos de cabecera dieron breves consejos para bajar de peso a pacientes con un índice de masa corporal dentro de los rangos considerados “obesos”.
El resultado del análisis de las grabaciones encontró que los consejos de pérdida de peso de los médicos de cabecera a los pacientes con obesidad rara vez incluían métodos efectivos, en su mayoría comunicaban un enfoque general de “comer menos, hacer más”. Este mensaje no es del agrado de los pacientes y es poco probable que sea efectivo.
Los investigadores concluyen que el asesoramiento fue en su mayoría genérico y rara vez se adaptó a los conocimientos y comportamientos existentes de los pacientes. También indican que la eficacia de los consejos para bajar de peso podría ser mejor si los médicos de cabecera recibieran una orientación más clara sobre las recomendaciones basadas en la evidencia.
La obesidad es una enfermedad multifactorial y para atenderla, los investigadores y expertos en nutrición consideran que es mejor un enfoque individualizado. Una estrategia que incluya, entre varios aspectos, el asesoramiento nutricional de un dietista registrado y cambios en el estilo de vida con consejos personalizados.
Expertos de la Fuente de Nutrición de Harvard señalan que es ningún secreto que la cantidad de calorías que las personas comen y beben tiene un impacto directo en el peso, pero también apuntan que no solo importa la cantidad, sino la calidad de la dieta. Además de la dieta, hay otros factores del estilo de vida claves para un peso saludable, como una buena noche de sueño.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que la prevalencia de obesidad en Estados Unidos fue del 41.9 % hasta marzo de 2020.
Las condiciones relacionadas con la obesidad incluyen enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Estas se encuentran entre las principales causas de muerte prematura y prevenible.
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