El 2 de septiembre del año pasado, Jorge Cedillo, de 58 años, sufrió uno de los momentos más aterradores de su vida. Las fuertes lluvias ocasionadas por los remanentes del Huracán Ida, hicieron que el sótano que compartía con su esposa y su hijito, de solo 1 año, en Corona, Queens, empezara a inundarse.
El ecuatoriano, quien estaba recién operado del corazón y quien sufre de diabetes, no lo pensó dos veces: agarró a su bebé y a su mujer. Salieron corriendo, solo con lo que tenían puesto, y se refugiaron en el tercer piso, donde una vecina. Diez minutos después, el agua ya había sumergido el que por 12 años había sido su hogar, con todo y encéres. Se quedaron sin nada.
Han pasado ya más de 14 meses desde aquella aterradora noche, y aunque el padre de familia asegura haber recibido ayuda de la Ciudad, que lo ha acomodado con su familia en varios hoteles, el último, el Radisson JFK, en Queens, de donde deberá irse el último día de noviembre, según se lo notificó una carta de la Agencia de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD), todavía se siente “medio abandonado”.
La parte que le da tranquilidad al ecuatoriano es que esa agencia de la Administración Municipal, que ha ayudado a reubicar ya en viviendas permanentes a más de 255 familias afectadas por el huracán, le notificó junto a una decena de familias más hospedadas en Queens, que podrán mudarse a otros albergues en Manhattan y Brooklyn. También a refugios mientras lograr encontrar apartamentos fijos con los cupones de ayuda de la Ciudad, pues han sido claros en advertir que no los dejarán en la calle.
Sin embargo, lo que atormenta a Cedillo y a las otras familias afectadas es que no cuentan con dinero para poder comprar muebles básicos para reiniciar sus vidas, y además, la búsqueda de apartamentos ha sido toda una odisea, pues en los sitios disponibles en el mercado que pudieran ser sus hogares, en muchos no aceptan los cupones municipales.
“Yo solo pido un empujoncito más, por favor para que nos ayuden. Yo vivo en este país hace 33 años y jamás había pedido ningún tipo de ayuda, porque no me gusta depender de nadie. Pero lo perdimos todo en la tormenta. Yo perdí mis cositas de toda la vida, que valían unos $80,000 dólares y quisiera antes de morirme estar seguro que voy a dejar a mi hijito, quien tal vez pueda ser Presidente, en un buen lugar”, asegura el damnificado. “Quisiera que el alcalde Adams, que ha sido bueno, nos ayude a comprar nuestros muebles buenos y recuperar lo que teníamos, y a garantizar que nos reciban los cupones de vivienda en buenos sitios: no es mucho pedir. No somos desamparados, somos víctimas de un desastre natural por culpa de unas alcantarillas que no funcionaron bien y eso la Ciudad lo debe asumir. Por piedad, ayúdennos un poquito más”.
Eileen Bendoyro, quien también lo perdió todo por cuenta de los aguaceros de Ida en su apartamento de East Elmhurst, en Queens, en septiembre del año pasado, y quien lleva 14 meses en el Hotel Radisson JFK, se sumó al pedido de “auxilio”.
La madre peruana, quien pronto empezará a empacar maletas para mudarse a otro hotel junto a su hijo, quien tiene necesidades especiales, agradeció el apoyo de la Administración Municipal y HPD con su estadía en hoteles, pero pidió que busquen la manera de darles una ayuda más completa para reubicarse en apartamentos permanentes amoblados.
El Estado de Nueva York, contribuyó con unas 554 familias damnificadas sin papeles, que no pudieron calificar para otros beneficios, quienes recibieron en promedio cheques por $5,500 para ayuda de muebles, pero la madre peruana, con carta en mano de la Oficina del Contralor asegura que la Ciudad ha obrado de manera diferente, y les ha dado la espalda en asuntos de enseres.
“Nuestro pedido a la Ciudad, además de seguir extendiéndonos la estadía en los hoteles, es que asuma su responsabilidad en lo que pasó con la tormenta. La culpa de las inundaciones de nuestros apartamentos no fue exactamente por el huracán, fue por las alcantarillas de la Ciudad que no servían y cuando reclamamos ayuda para recuperar nuestros muebles, nos la negaron”, dijo la angustiada inmigrante.
“Nos respondieron que ellos no tenían la culpa, pero por las alcantarillas que no han cambiado por años, y no funcionaron ese día, fue que pasó lo que pasó. Por eso pedimos que nos ayuden a comprar los muebles. Somos aquí no más más de 10 familias, muchos discapacitados, y nos podemos ir, pero ¿con qué vamos a pagar los muebles? No podemos dormir en el piso. Fema nos dio $2,000, la Ciudad $0 y mis pérdidas fueron como de $25,000″.
La damnificada de Ida agregó, al igual que el resto de inquilinos del hotel Radisson, que también hay problemas a la hora de usar los cupones de ayuda para buscar apartamento.
“En muchos sitios buenos, piden pruebas de ingresos y mucha de nuestra gente no los tiene. No nos rentan entonces, y seguimos aquí, de hotel en hotel, comiendo por fuera y gastando más dinero, aumentando nuestros traumas y sin hogares fijos”, agregó la neoyorquina. “Quisiéramos una reunión directa con la Ciudad para que nos ayude a salir de esto; que nos paguen los muebles y nos ayuden a que acepten los cupones de la Ciudad. Es todo. Queremos dejar atrás la tormenta”.
La asambleísta Jessica González-Rojas, quien ha estado ayudando a las familias afectadas por el huracán desde el principio de la tragedia, pidió a la Administración Municipal que busque maneras más ágiles para poder ubicar a los damnificados en sitios propios.
“Luché para asegurar que mis electores más afectados por el huracán Ida pudieran recibir los fondos y los recursos que necesitaban para recuperarse. Más de un año después, muchos siguen sin una vivienda estable“, dijo con preocupación la líder política. “No podemos abandonar a nuestro prójimo en su momento de necesidad”.
Ante los reclamos de los damnificados que siguen en el Hotel de Queens, la Agencia de Preservación y Desarrollo de la Vivienda (HPD) aseguró que esa oficina continúa brindando apoyo continuo a 91 familias que siguen bajo su cuidado y explicó que la movida de los albergados del Hotel Radisson obedece al fin de un contrato con el hotel, pero insistió en que nadie quedará desamparado.
“Ninguna familia será obligada a irse a la calle. Desde la devastación del huracán Ida, más de 250 familias desplazadas bajo nuestro cuidado, han podido encontrar vivienda. Para los que quedan, estamos desplegando todos los recursos disponibles para ayudarlos a encontrar una vivienda permanente y recuperarse”, aseguró Jeremy House, vocero del HPD, advirtiendo que las familias elegibles que permanecen albergadas, todos tienen un vale de vivienda o están en proceso de obtener uno.
Esa agencia agregó que con cada una de esas familias, la Ciudad está trabajando con socios de desarrollo para conectarlos con viviendas y destacan que pueden hacer efectivos los cupones en cualquier barrio de la Gran Manzana.
Y aunque los residentes damnificados del Hotel Radisson JFK, de Jamaica, Queens, afirman que la Ciudad les ha negado muebles y apoyos económicos para recuperar sus enceres pérdidos, la Administración Local asegura que las familias que se han mudado han recibido camas con colchones, cómodas para guardar ropa y mesitas de noche, artículos que afectados como Jorge Cedillo consideran insuficientes, pues piden que la Administración pague por todo lo que perdieron, mostrando buen corazón.
Damnificados del Huracán Ida en hoteles en NYC
- 2 de septiembre del 2021 fue cuando el huracán Ida azotó a la Gran Manzana
- 400 familias aproximadamente han recibido apoyo de la Ciudad
- 255 familias ya fueron ayudadas por la Ciudad a reubicar en viviendas permanentes
- $2,500 mensuales, aproximadamente, es el cupón que la Ciudad dio a cada familia para buscar vivienda
- 91 familias todavía siguen viviendo en hoteles pagados por la Ciudad en busca de alojamiento permanente
- 12 familias están en el Hotel Radisson, en Queens, y deberán mudarse a otro hotel o un albergue a fin de mes
- $0 dólares aseguran han recibido en ayuda para recuperar el total de muebles y pérdidas
- HPD asegura que la Ciudad ha dado camas con colchones, cómodas para guardar ropa y mesitas de noche a quienes se mudan a hogares fijos
- 554 familias damnificadas indocumentadas fueron ayudadas por otro programa del Estado
- $5,500 recibieron en ayudas para compra de muebles y ayuda de mudanzas