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La miel es un producto elaborado por las abejas que desde hace miles de años se ha usado no solo como un alimento dulce, sino también como un remedio medicinal, como antiinflamatorio, antioxidante y agente antibiótico.
Entre los usos actuales de la miel, se utiliza de forma oral para tratar la tos y de forma tópica para tratar quemaduras y curar heridas. La miel puede afectar los niveles de azúcar en sangre. Aunque algunas investigaciones actuales indican que la miel también podría mejorar los niveles de azúcar en sangre y el colesterol, para estos fines, algunos tipos pueden ser mejores que otros.
Investigadores de la Universidad de Toronto, realizaron una revisión sistemática y un metanálisis de ensayos con el objetivo de determinar qué efecto puede tener la miel sobre los factores de riesgo cardiometabólico.
La investigación se centró en 18 ensayos que involucraron a más de 1100 participantes y tuvieron una duración media de dos meses. Los participantes generalmente consumían alrededor de dos cucharadas de miel al día.
Existen más de 300 tipos diferentes de miel, que varían en color, aroma y sabor. Según el informe de la investigación publicada en Nutrition Reviews, la miel, especialmente la robinia, el trébol y la miel cruda sin procesar, pueden mejorar el control glucémico y los niveles de lípidos cuando se consumen dentro de un patrón dietético saludable.
Los descubrieron que la miel reducía la glucosa en sangre en ayunas, el colesterol total y LDL o “malo”, los triglicéridos y un marcador de la enfermedad del hígado graso; también aumentó el colesterol HDL o “bueno” y algunos marcadores de inflamación, según EurekAlert!
“Estos resultados son sorprendentes, porque la miel tiene alrededor de un 80 % de azúcar”, dijo Tauseef Khan, investigador principal del estudio e investigador asociado en ciencias de la nutrición en la Facultad de Medicina Temerty de la Universidad de Toronto.
Los expertos en nutrición no recomiendan comenzar a comer miel, la conclusión de la reciente investigación apunta hacia un reemplazo de quienes usan otros azúcares añadidos.
“No estamos diciendo que debas comenzar a comer miel si actualmente evitas el azúcar”, dijo Khan. “La conclusión es más sobre el reemplazo: si usa azúcar de mesa, jarabe u otro edulcorante, cambiar esos azúcares por miel podría reducir los riesgos cardiometabólicos”.
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