Mary Jane Copps es el nombre de una mujer emprendedora que descubrió una necesidad y una solución a un problema que tienen las generaciones Z y millennials: la falta de práctica para tener buenas conversaciones por la “fobia al teléfono”.
En información dada a conocer por Insider, se dice que Copps creó la consultoría llamada “The Phone Lady” para ayudar a las personas de ambas generaciones a mejorar la etiqueta en sus conversaciones telefónicas.
Copps capacita a los empleados de las generaciones que tienen miedo de usar el teléfono porque están muy acostumbrados a enviar mensajes de texto.
Y es que a pesar de las muchas capacidades que tienen los teléfonos inteligentes, las nuevas generaciones hacen muy pocas llamadas telefónicas reales, si es que las hacen, lo que ha provocado que los jóvenes no tengan la suficiente confianza para hablar de manera efectiva por teléfono en el trabajo.
Ante ese panorama surgió hace 16 años “The Phone Lady”, para ayudar a las empresas a mejorar las habilidades telefónicas de sus empleados. Copps explica que las generaciones pasadas estaban acostumbradas a tener el teléfono en casa y todos sabían cómo contestar y hacer llamadas desde una edad temprana.
“Ahora tenemos varias generaciones a las que nunca se les enseñó nada sobre hablar por teléfono, y la gente ha sacado los teléfonos de sus casas”, dice Copps.
“La generación Z y los millennials tienen mucha menos experiencia hablando por teléfono porque los mensajes de texto y la mensajería instantánea han sido el principal modo de comunicación de su generación“, dijo a Insider Alison Papadakis, directora de estudios psicológicos clínicos en la Universidad Johns Hopkins. “Dado que tienen mucha menos experiencia hablando por teléfono, se sienten menos cómodos con eso. Eso hace que las personas que son vulnerables a la ansiedad social tengan ansiedad en esa situación“.
Para solucionar esta problemática “The Phone Lady” cobra $480 por hora por entrenamiento individual y $365 por seminarios web de 30 minutos como parte de un programa de siete partes. Aunque también ofrece talleres corporativos, con una tarifa diaria de $3,500.
Entre los clientes de la consultora están firmas del sector financiero o empresas emergentes, donde las llamadas telefónicas son cruciales y se debe mostrar interés y entusiasmo.
Entre los ejercicios que deben hacer los alumnos, está el llamar por teléfono a familiares y amigos: “Si ni siquiera están acostumbrados a hablar por teléfono con su madre, entonces el proceso es muy aterrador. Así que no puedo decir que voy a hacer que llamen a posibles clientes, ya que simplemente se derrumbarían, comenzamos con su familia o alguien que conocen”, dice Copps.
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