“¿Cuántos más tienen que morir?”, “¿Cuántos presos más tienen que morir?”, ¿Cuántos latinos y negros más tienen que morir en Rikers Island antes que la cierren?”, fueron las preguntas que en medio del dolor, incesantemente, se hacía este martes Haydeth Távira en las escalinatas de la Alcaldía de Nueva York. El mayor de sus tres hijos, Erick Távira, se convirtió el sábado, a las 2:15 de la madrugada, en el recluso número 17 en perder la vida bajo custodia carcelaria en Rikers Island, en lo que va del 2022.
Llanto, rabia, frustración, dolor, tristeza, angustia y una sensación de desasosiego, eran evidentes en el rostro y el cuerpo tembloroso de la madre mexicana, originaria de Guerrero, quien acompañada de sus hermanas y las dos hijas que le quedan: Ruth y Amarilis, pidió a las autoridades municipales que cierren inmediatamente Rikers Island, también llamada por presos y activistas ‘la isla de la muerte’ o ‘la isla de la tortura’.
El principal reclamo de la madre de East Harlem es que el penal municipal más grande la Gran Manzana, que actualmente cuenta con 5,035 reclusos, no condenados, esperando fecha de juicio, no cumple “el mínimo requisito” de poder mantener con vida a los presos, la mayoría de ellos con problemas de salud mental, sin el tratamiento necesario, como su hijo, quien padecía esquizofrenia y trastorno bipolar.
“A mi hijo la arrestaron hace casi dos años, cuando fue al Hospital a pedir ayuda. Luego lo mandaron a Rikers y el sábado llegaron a mi puerta unos hombres sin decirme quiénes eran, a decirme, después de hacerme varias preguntas, que mi hijo estaba muerto. Este dolor no debería tenerlo ninguna madre del mundo. Mi hijo era un buen muchacho. Necesita ayuda, no que lo encarcelaran”, comentó la madre mexicana, insistiendo en que su hijo no recibió en Rikers el apoyo que requería.
El joven de 28 años, detenido en la unidad de pacientes que sufren de enfermedades mentales en el centro George R. Vierno Center de Rikers, tras golpear a un policía en 2021, en medio de una crisis, presuntamente se ahorcó con un lazo hecho con sus sábanas.
“Él era fuerte, independiente, positivo, humilde, creativo, valiente y cariñoso. A él le gustaba hacer bromas para hacernos reír. Le encantaba la música y leer. Aprendió por sí mismo a tocar la guitara, el piano y le gustaba escribir poemas”, aseguró su hermana Ruth, quien dijo estar muy enojada por esta muerte “evitable” y exigió acciones inmediatas para cerrar Rikers.
Victoria Phillips, de la organización Jails Actions Coalition, urgió a la Administración del alcalde Eric Adams y al Departamento de Correccionales de la Ciudad (DOC) que asuman las fallas que siguen teniendo en el manejo de Rikers y ordenen el cierre de la cárcel.
“No podemos permitir que este dolor que vive esta familia le pase a más familias. Ya van 17 muertes en lo que va del año sin que el DOC asuma su responsabilidad. Nos han mentido, falsifican historiales y siguen fallando porque siguen exponiendo a más personas a terminar muertos. Quién va a ser el próximo. El alcalde debe poner la cara ya y cerrar Rikers”, dijo la activista.
Tina Luongo, abogada de Legal Aid Society, se sumó a la petición y aseguró que las muertes de reclusos, los abusos a los derechos humanos y la falta de programas que ayuden a rehabilitar a los internos no solamente son culpa de la Administración Municipal y el Estado sino también de los tribunales y la manera cómo el sistema carcelario y penal están constituidos.
“Este sistema está diseñado para oprimir a gente de color y tiene serias fallas porque no atiende los problemas de salud mental que hay (en los internos). Se necesita de un compromiso real de todos para acabar con la cultura de la deshumanización que la cárcel implica”, aseguró la defensora, quien reclamó que el alcalde Adams no estuviera del lado de la familia Távira.
La concejal Tiffany Cabán criticó que Rikers Island siga funcionando y que los líderes de la Ciudad no la cierren viendo las pruebas que muestran que no están haciendo las cosas bien.
“Ellos no rehabilitan a los internos y al tenerlos ahí por delitos menores y muchos con necesidades de tratamientos mentales, lo que se hace es exacerbar sus problemas. La cárcel no es la solución”, dijo la política de Queens.
La concejal Carmen de la Rosa hizo un llamado a los diferentes sectores de la sociedad para que se unan al clamor del pronto cierre de la cárcel de Rikers, sin que se espere hasta más allá del 2027, como esta planeado tras la construcción de cárceles pequeñas en cuatro condados que tengan cupo para 3,300 presos.
“No podemos quedarnos callados y darle la espalda a nuestra gente en Rikers. Son seres humanos que merecen ser tratados con dignidad y con los recursos que sus condiciones mentales exijan, pero no en esas condiciones”, dijo la política de origen dominicano. “Ninguna madre tendría que estar enterrando a sus hijos por la falta de supervisión y apoyo”.
El Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, se mostró muy preocupado por la cultura de muerte que sigue mperando en Rikers y exigió que el penal cierre, al tiempo que pidió que la Ciudad promueva la ley contra el confinamiento solitario, que empeora la salud mental de los reclusos.
“Estamos perdiendo a muchas familias, pues quienes son enviados a Rikers son mandados a una sentencia de muerte en donde ya este año han muerto 17 personas, lo que es inaceptable”, aseguró Williams. “Sé que quienes trabajan allá le importa lo que está pasando pero es evidente que están fallando y si no pueden resolver la problemática, mejor háganse a un lado“.
Precisamente en ese momento, la manifestación comenzó a lanzar frases contra el comisionado de Cárceles de la Ciudad, Louis Molina, quien llegó a la sede de la Alcaldía al medio día, a sostener una reunión con el Alcalde y altos miembros del Gobierno Municipal.
La concejal Alexa Aviles le pidió a sus colegas del Concejo Municipal que avancen en la promulgación de la ley contra el confinamiento solitario, a fin de que en Rikers se acabe con poner a reclusos en calabozos por varios días, lo que deteriora su salud mental y pidió que la Ciudad admita que se está equivocando al mantener a Rikers abierta.
“Deberíamos sentir vergüenza por estas 17 muertes tan solo en el 2022. Perdimos vidas invaluables. Es una locura y tenemos que entender que el confinamiento es torura, por eso le pido a mis colegas del Concejo que no perdamos ni un día más y avancemos sobre ese asunto”, dijo la política latina.
El Departamento de Correccionales no emitió ningún comentario sobre las duras críticas de los manifestantes sobre las fallas que les endilgan, y aunque reconocieron que el recluso Erick Tavira murió bajo su custodia en el Centro George R. Vierno, manifestaron que la causa de la muerte está todavía bajo investigación con confirmación pendiente de la Oficina del Médico Forense.
?Nuestro más sentido pésame a la familia, amigos y seres queridos del Señor Távira en su momento de dolor. Nos tomamos muy en serio la salud y la seguridad de todos los que están bajo nuestra custodia, y estamos realizando una investigación preliminar sobre esta muerte?, dijo el comisionado Molina, palabras que la madre del preso fallecido no recibió con nada de agrado y aprovechó para exigirle al alto funcionario que promueva acciones para garantizar que ningún recluso corra la misma suerte de su hijo.
A pesar de que se han documentado 17 muertes de presos en el 2022, el DOC asegura que han sido 15.
Tras la muerte más reciente en Rikers Island, la congresista Nydia Vlásquez, junto a la asambleísta Karines Reyes y los concejales Jennifer Gutiérrez y Lincoln Restler, hicieron una visita no anunciada al penal, constatando las denuncias de activistas y reclusos, que el DOC niega.
Los funcionarios electos denunciaron encierros extensos y condiciones inhumanas, exigiendo que se adopten medidas inmediatas para detener la crisis tras esas rejas, pues de lo contrario pronosticaron más muertes.
?Ya hemos perdido 17 neoyorquinos este año en el sistema penitenciario de la ciudad de Nueva York. Según lo que vimos y escuchamos, a menos que haya cambios rápidos y dramáticos, más personas van a morir”, dijeron los líderes políticos en un comunicado conjunto. “Las personas están encerradas en sus celdas durante largos y peligrosos períodos de tiempo, se les niega la atención médica básica y urgente, se les niegan algunas de sus comidas, se les niega la programación y se las somete a registros desnudos hasta dos veces al día. Incluso los oficiales con los que hablamos dijeron que las unidades estaban tranquilas antes de los encierros solitarios, y que los encierros en sí estaban causando, no reprimiendo, la violencia en las instalaciones”.
El grupo que hizo el recorrido en Rikers agregó que “las unidades a las que fuimos estaban en un estado asqueroso, con agua sucia y basura por todo el piso (?) El DOC está violando los derechos humanos y constitucionales más básicos de las personas y haciendo que todos estén menos seguros. La solución a la violencia tanto en las comunidades como en las cárceles no es la deshumanización y el abuso”.
Muertes en Rikers Island y datos del penal
- 17 muertes de presos aseguran los manifestantes han ocurrido en 2022
- 15 fallecimientos de internos afirma el DOC se han registrado en Rikers
- 5,035 reclusos hay actualmente en Rikers Island
- 1,041 de ellos han estado esperando ir a juicio por más de un año
- 50% y más de los presos en Rikers tienen enfermedades y condiciones mentales
- 2027 es el año en que está planeado cerrarse el penal de Rikers Island
- 3,300 internos es el número que se espera tener para ese entonces y enviarlos a cárceles en cuatro condados
- 15 internos muertos ocurrieron el año pasado en Rikers
- 32 es el total de muertes de presos en Rikers en los últimos 22 meses