Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales que el cuerpo necesita y que debe obtenerlas de los alimentos ya que no puede producirlas desde cero. El consumo de omega-3 puede ofrecer múltiples beneficios para la salud. La piel seca pueden ser una señal de deficiencia de omega-3.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH), los omega-3 son componentes importantes de las membranas que rodean cada célula del cuerpo. Los niveles de DHA (un tipo de omega-3), son especialmente altos en la retina, el cerebro y los espermatozoides.
Los NIH señalan que los omega-3 también proporcionan calorías para darle energía al cuerpo y tienen muchas funciones en el corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones, el sistema inmunitario y el sistema endocrino.
Beneficios principales de las grasas omega-3
Según la Fuente de Nutrición de Harvard, la evidencia más fuerte de un efecto beneficioso de las grasas omega-3 tiene que ver con las enfermedades del corazón. “Estas grasas parecen ayudar al corazón a latir a un ritmo constante y no desviarse hacia un ritmo errático peligroso o potencialmente fatal”.
Harvard indica que las grasas omega-3 también reducen la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mejoran la función de los vasos sanguíneos y, en dosis más altas, reducen los triglicéridos y pueden aliviar la inflamación.
Señales de deficiencia omega-3
La deficiencia de omega-3 puede manifestarse con una piel áspera, piel escamosa y un sarpullido roo con hinchazón y con picazón.
Alimentos que proporcionan omega-3
Las grasas omega-3 pueden encontrarse naturalmente en ciertos alimentos, también puede encontrarse en alimentos fortificados y en suplementos.
Los alimentos ricos en omega-3, son los pescados y mariscos, especialmente pescados grasos de agua fría, como salmón, caballa, atún, arenque y sardinas. El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) provienen principalmente del pescado, a veces se les llama omega-3 marinos.
El ácido alfa-linolénico (ALA), es el ácido graso omega-3 que se encuentra nueces y semillas, como linaza, semillas de chía y nueces.
Por su riqueza en omega-3 como en otros nutrientes, los expertos en salud como la Asociación Estadounidense del Corazón, sugieren el consumo de pescado dos veces por semana, particularmente pescados grasos.
También las pautas dietéticas para los estadounidenses sugieren el consumo de pescado, incluyendo las mujeres embarazadas. Las pautas indican que los productos de mar son buenos para el desarrollo del cerebro del bebé y sugieren el consumo de 8 a 12 onzas por semana.
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