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Una jueza de Nueva York que fue acusada de hacer polémicos comentarios racistas y homosexuales acordó su renuncia, justificando que una lesión en el hombro la dejó incapaz de luchar contra las acusaciones de mala conducta, según información de New York Post.
La jueza de la corte testamentaria de Brooklyn, Harriet Thompson, acordó el pasado viernes su retiro para el 1 de marzo y no buscar más el cargo como jueza, de acuerdo con la Comisión de Conducta Judicial del estado (CJC).
Thompson, quien enfrentó cargos por supuestos “comentarios inapropiados” hacia sus compañeros de trabajo, fue acusada de decir que la homosexualidad es una “abominación“, también dijo que los hispanos tienen “rasgos engañosos”, y tildó a otros cuatro jueces de “gays racistas jodidos”.
La Oficina de Administración de Tribunales suspendió a Thompson en diciembre de 2021 luego de que el inspector general de los tribunales estatales “corroborara” las denuncias de mala conducta en su contra.
Posteriormente, el CJC acusó formalmente a la jueza en mayo de 2022, en un caso donde se alegaba parcialidad y comentarios inapropiados. También se incluyeron cargos por no cumplir con sus deberes judiciales de manera oportuna, causando retrasos y por “no completar la educación ética obligatoria de la campaña de manera oportuna”.
Thompson, cuyo salario anual era de $210,900 dólares, iba a enfrentar una audiencia formal del CJC el 17 de enero. Sin embargo, entregó su carta de renuncia, que le permitirá mantener su pensión judicial.
En noviembre, Thompson envió a la comisión una carta de un médico que indicaba que “no está médicamente apta para ser juzgada” a causa de una discapacidad, y posiblemente tendría que someterse a más procedimientos médicos, señalaron documentos de CJC.
Como respuesta, el 16 de diciembre la comisión presentó otra denuncia acusando a Thompson de no ser médicamente apta para el cargo.
Según el abogado de Thompson, Andrew Fisher, a New York Post, la jueza tiene una lesión en el hombro que requiere cirugía, y debido al dolor que sufre, está tomando algunos medicamentos que interferirían con su capacidad para participar en la defensa contra los cargos que enfrenta.
“Si la jueza Thompson no hubiera desarrollado alguna enfermedad incapacitante, se habría defendido enérgicamente, pero descubrió que era algo imposible de hacer en este momento”, señaló Fisher. “Cabe señalar que no se han presentado hallazgos de irregularidades en su contra”.
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