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Edwin Castro, el hispano identificado por la Lotería de California como el ganador de los $2,000 millones del Powerball, terminó llevándose $997.6 millones tras la reducción de impuestos.
En los reportes iniciales sobre el sorteo del pasado 8 de noviembre no estaba claro si en efecto Castro había optado por la alternativa de un solo pago.
Pero informes más recientes de medios como KTLA 5 apuntan a que el jugador solicitó el premio en el término establecido para requerir el desembolso en un pago único.
En el caso opuesto, Castro recibiría el monto total dividido en 30 pagos anuales.
Castro, quien figura en una demanda en la que otro hispano alega que le robaron el boleto ganador, no ha dado la cara.
La Lotería de California, que también es demandada en el recurso, ha insistido en que Castro es el ganador legítimo.
En la conferencia de prensa de 14 de febrero en la que oficiales de la entidad informaron que Castro reclamó el premio, estos se limitaron a indicar que el hombre es un exestudiante del sistema de eduación pública del estado y citaron unas breves declaraciones de este en esa dirección. Castro tampoco se ha pronunciado sobre la demanda en la que es señalado por el supuesto fraude.
El tiquete fue comprado en la gasolinera Joe’s Service Center en Altadena.
A pesar de la disputa legal, Castro ya ha invertido en dos mansiones en el estado, una de $25 millones y otros por casi $4 millones.
La inversión en la propiedad de mayor costo ubicada en Hollywood Hills le costó a Castro un 3% de las ganancias totales del premio.
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Edwin Castro, identificado como ganador de los $2,000 millones de Powerball, trabajó como mecánico y empezó estudios de arquitectura en California
