Una de las tradiciones más populares que se ejecutan en gran parte del Mundo en la celebración de Año Nuevo es el comer 12 uvas, una para cada mes del año, en donde las personas piensan en un propósito o deseo que buscarán cumplir, en este caso, en el 2023.
Sin embargo, esta costumbre de las uvas en Año Nuevo, aunque parece tierna y hasta cierto punto romántica, puede ser más peligrosa de lo que se piensa, ya que deberás acabártelas antes de que suene la última campanada del reloj que marcará el inicio del día 1 de enero.
Algunos estudios relacionados con el tema indican que las uvas pueden causar asfixia o atragantamiento en las personas, particularmente en los menores de 5 años y mayores a 65, debido a su tamaño y textura que pueden provocar una obstrucción en las vías respiratorias.
Ante dicha situación, los expertos en salud recomiendan no darles este fruto a niños menores de 5 años. En el caso de infantes mayores, lo mejor es dárselas sin piel, sin huesos y partidas en trozos longitudinales.
Otras personas que no deben comer uvas en Año Nuevo son aquellas que padecen disfagia, es decir, que tienen la imposibilidad de transportar los alimentos de la cavidad oral hasta el estómago, y puede afectar tanto a líquidos como sólidos. Las personas que padecen esta enfermedad tienen dificultades para manejar muchos alimentos cotidianos y ello tiene un enorme impacto en su vida.
Además, es conveniente que los adultos tengan unas nociones básicas de primeros auxilios para conocer qué hacer en caso de atragantamiento. En caso de accidente, también es recomendable acudir de forma inmediata a un servicio de urgencias para que un especialista en otorrinolaringología pueda valorarlo.
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