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El Ministerio taiwanés de Defensa confirmó que drones militares chinos cruzaron por primera vez la línea media del Estrecho de Taiwán, ya traspasada en múltiples ocasiones en las últimas semanas por aviones y barcos del Ejército Popular de Liberación (EPL).
El primer dron, un vehículo aéreo autónomo BT-100, habría cruzado por primera vez ese límite el pasado jueves junto a 25 aviones chinos, algo que ocurrió de nuevo los dos días siguientes, de acuerdo a información difundida por la cartera castrense y recogida hoy en medios locales.
La línea media del Estrecho de Formosa, que en la práctica es una frontera no oficial tácitamente respetada por Taipéi y Pekín en las últimas décadas, ha sido superada constantemente en las últimas semanas por fuerzas chinas durante maniobras militares.
Taiwán ya había denunciado hace una semana que un dron del EPL había entrado en su zona de identificación aérea de defensa (ADIZ).
Mientras, el pasado 1 de septiembre la isla anunció el derribo de un dron civil no identificado sobre una de las islas bajo su soberanía que se halla a pocos kilómetros de las costas de China.
Días antes se había hecho viral en las redes a ambos lados del Estrecho una foto tomada por un dron chino de dos aparentemente desconcertados soldados taiwaneses en un puesto de vigilancia en las islas Kinmen.
Pese a la aparente reducida distancia a la que se tomó la foto de los soldados, el Ministerio de Defensa de la isla aseguró que el dispositivo chino no llegó a entrar en el espacio aéreo taiwanés, después de que algunas voces en Taiwán pusieran en duda la competencia de las fuerzas armadas por permitir la incursión.
El Ejército taiwanés también ha asegurado que está trabajando en un sistema de defensa contra drones que estará listo el año que viene en las citadas islas.
La presencia militar china alrededor de Taiwán se ha acrecentado a niveles inéditos en décadas desde que a principios de agosto pasado la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, viajó a Taiwán, una visita que enfureció a Pekín.
El Gobierno chino respondió con sanciones económicas sobre Taiwán, además de sancionar a Pelosi, suspender diálogos con Washington en varios ámbitos importantes y desplegar unas intensas maniobras militares alrededor de la isla autogobernada.
China reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Taiwán, con quien EE.UU. no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.
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