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Jared Dicus, acusado de decapitar a su esposa, la nicaragüense Anggy Díaz, en Texas conoció a la joven mientras esta laboraba en “Chepes Meat Market”.
Díaz trabajó por unos 3 años en la carnicería en Magnolia y era muy querida por sus compañeros, quienes la describieron como una joven muy alegre que siempre estaba sonriendo.
Sus colegas manifestaron a medios de prensa que nunca imaginaron que la relación de Díaz y Dicus terminara de forma tan sangrienta y trágica.
“Ella estaba feliz, muy feliz con su esposo”, declaró Verónica Jiménez, quien era la jefa de Díaz.
Sin embargo, la mujer intuyó que algo no andaba del todo bien después de la boda de la hispana.
“Pero habían días en que ella estaba diferente. Ella estaba cansada, pero yo no estaba segura si era por el trabajo o por la relación”, añadió a KHOU Jiménez.
Díaz, de 21 años, migró al cumplir los 18 años a Texas donde se encontró con su madre biológica.
Su tía María Libertad Díaz fue la que la crió en El Viejo, Nicaragua, ante la ausencia de su madre.
Partes de los ingresos que generaba, a veces trabajando jornada doble, lo enviaba a su madre de crianza para ayudarla con el tratamiento por el cáncer que padecía.
Imágenes de cámaras de seguridad del negocio horas después del asesinato captaron el momento en que Dicus ingresa al establecimiento, toma una cerveza de la nevera y se va sin pagar.
Díaz y Dicus se casaron en una ceremonia civil privada en octubre pasado poco tiempo después de conocerse.
El móvil del crimen se desconoce. Dicus, que habría confesado los hechos el pasado 11 de enero, permanece detenido bajo una fianza de $1 millón. El juez aumentó el monto esta semana, ya que inicialmente se le habían impuesto $500,000 dólares.
Los fiscales del caso citaron las tendencias violentas de Dicus y la atrocidad del crimen para solicitar duplicar la suma.
Al momento del asesinato, el joven estaba libre bajo fianza por un caso de DWI en noviembre pasado en el que se comportó de manera violenta contra oficiales.
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