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Emma McIntyre / Getty Images
La socialité Kim Kardashian no abre las puertas de su mansión en Hidden Hills, California, con mucha tranquilidad, por lo contrario, todos los que entran al lugar deben seguir sus estrictas reglas.
Algunas de estas reglas ya están obsoletas y otras se mantienen. Una de las reglas que se ha dejado de seguir en algunos momentos es la de un acuerdo de confidencialidad que prohíbe grabar y fotografiar el interior de la propiedad.
En varias ocasiones la propiedad ha sido mostrada, incluso Kardashian grabó este año un video con ‘Vogue’ en el que muestra cómo transformó la mansión después de separarse de Kanye West y que ella se quedara con el lugar.
El acuerdo de confidencialidad también incluye que no se puede decir nada de lo que pasa en el interior, bien sea conversaciones u otras actividades.
La regla de solo jugar en la sala de juegos va dirigida a sus cuatro hijos Chicago, North, Psalm y Saint. No pueden sacar crayones y plumones de ese espacio, todo esto para cuidar las paredes y objetos que hay en todos los espacios de la casa.
Su familia y amigos que entren a la mansión tampoco pueden usar sus celulares durante la estadía, pues considera que es mejor estar 100% presentes, prestando atención a lo que se dice y hace.
Una regla que sí va más para ella misma es la de no guardar sus joyas en esta mansión, esto lo especificó luego de ser robada por una cifra millonaria. Kardashian considera que la casa es menos atractiva para los ladrones si no hay joyas en su interior.
No es de extrañar que la empresaria tenga todas estas reglas en su mansión, pues sin duda la propiedad en sí es toda una joya que debe ser cuidada de todo lo que la pueda afectar.
Se debe recordar que ella y su exesposo compraron esta propiedad en 2013 por apenas $20 millones de dólares, pero su valor ha aumentado gracias a una serie de reformas que se le han hecho.
La casa principal tiene una extensión de 15,667 pies cuadrados distribuidos en ocho habitaciones, seis baños, vestíbulo, sala de estar, sala principal, sala de juegos, comedor, cocina, cuarto de lavado y otros lujos.
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