Las bebidas azucaradas se encuentran entre las peores bebidas para la salud con múltiples efectos negativos en el cuerpo. Una nueva investigación sugiere un vínculo entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de caída del cabello en hombres jóvenes.
Se consideran bebidas azucaradas cualquier bebida con azúcar agregada u otros edulcorantes. Se incluyen gaseosas, refrescos de cola, tónicas, ponche de frutas, limonada (y otros refrescos), bebidas endulzadas en polvo, así como bebidas deportivas y energéticas.
De acuerdo con una investigación recién publicada en la revista Nutrients, un alto consumo de bebidas azucaradas en jóvenes chinos de entre 18 y 45 años, y aquellos que con un consumo excesivo de bebidas azucaradas tendrían una mayor probabilidad de informar pérdida de cabello.
Investigadores de la Universidad de Tsinghua en Beijing analizaron datos de más de 1,000 hombres chinos de enero a abril de 2022.
En el estudio se exploraron las asociaciones entre la cantidad/frecuencia del consumo de bebidas azucaradas y la pérdida de cabello mediante el uso de un modelo de regresión logística binaria, con ajustes por factores sociodemográficos, estado del cabello, ingesta dietética, estilo de vida y psicológicos.
Los investigadores encontraron que la pérdida de cabello era casi un 30% más común entre los hombres que tenían el hábito diario de beber hasta una bebida azucarada. Los hombres que consumían más de una bebida azucarada al día tenían un riesgo 42% mayor de sufrir pérdida de cabello en comparación con aquellos que nunca bebían bebidas azucaradas.
Hay una limitación del estudio, ya que los hábitos de bebida no son los únicos factores en la pérdida de cabello. De acuerdo con el informe de la investigación, se necesitan más estudios para confirmar la asociación entre las bebidas azucaradas y la pérdida de cabello.
Consumir demasiadas bebidas azucaradas podría causar resistencia a la insulina y ser perjudicial para el cabello y la salud en general, según investigaciones previas.
La Fuente de Nutrición de Harvard señala que más allá del aumento de peso, el consumo rutinario de bebidas cargadas de azúcar puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y otras enfermedades crónicas. Advierte que un mayor consumo de bebidas azucaradas se ha relacionado con un mayor riesgo de muerte prematura.
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