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Andrés Correa Guatarasma / Cortesía
Ebony Jackson fue detenida y acusada ayer como sospechosa de matar a Lamont Barkley durante una disputa en un autobús en El Bronx, informó The New York Times.
Barkley, de 55 años, estaba en el autobús BX19 en la intersección de E. 149th St y Gerard Ave. en el vecindario Mott Haven justo antes de las 8:30 p.m. del domingo cuando fue apuñalado varias veces. Fue el tercer homicidio en el transporte público de la ciudad de Nueva York en 10 días, destacó Fox News.
EMS llevó rápidamente a Barkley al NYC Health & Hospitals/Lincoln, pero no pudo ser salvado. La policía de Nueva York dijo que la víctima había tenido una especie de disputa con una mujer y un hombre en el autobús, quienes huyeron después del ataque mortal.
Jackson, residente de El Bronx de 42 años, fue arrestada el lunes bajo cargos de homicidio. Su cómplice sigue prófugo. La sospechosa, que no tenía antecedentes policiales, fue detenida en el mismo hospital donde murió Barkley. No estaba claro la naturaleza de sus heridas, pero una fuente dijo al Daily News que había ido al hospital por su cuenta para recibir tratamiento y allí fue reconocida por la policía.
Otros dos hombres fueron asesinados a puñaladas en el Metro de Nueva York en los últimos 10 días. Hasta la muerte de Barkley el caso más reciente había sido un pasajero de 38 años la noche del jueves en el vecindario Morris Heights de El Bronx.
Cuando bajaba de un tren de la línea No. 4 alrededor de las 8:30 p.m. un hombre lo apuñaló varias veces en la espalda y el pecho con un cuchillo grande y luego salió corriendo. La policía dijo que el ataque no fue provocado.
Una semana antes, el 30 de septiembre, un trabajador de la construcción había sido asesinado también a puñaladas en un tren de la línea L en Brooklyn. Fue identificado como Tommy Bailey, de 43 años, y por el caso fue detenido Alvin Charles, un hombre sin hogar.
La noche previa un hombre saltó y murió frente a un tren subterráneo en la céntrica Penn Station de Manhattan.
El presidente de la MTA, Janno Lieber, asistió ayer al funeral de Bailey, quien dejó tres niños huérfanos. Le dijo a los periodistas que había hablado con los líderes de la policía de Nueva York sobre el auge del crimen en el sistema de tránsito. “En realidad, están pensando en cosas adicionales que pueden hacer, pasos adicionales que pueden tomar que elevarán el nivel de seguridad al aumentar la presencia y visibilidad de los oficiales”.
El alcalde Eric Adams, cuya campaña electoral se centró en la seguridad pública, ha anunciado varias medidas para hacer que el subterráneo sea más seguro, incluyendo desplegar más policías en estaciones y vagones. Pero hasta ahora la violencia sigue en auge.
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