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Michael Regan / Getty Images
El joven de 16 años que entró en el campo de juego a celebrar con el Liverpool luego de anotar el 7-0 en la goleada al Manchester United el domingo 5 de marzo, ha recibido un castigo bastante fuerte para su edad, pues ha sido expulsado de por vida y jamás podrá entrar a Anfield, la casa del equipo de sus amores.
Más allá de la invasión al campo para festejar, el castigo se genera debido a que el joven casi lesiona al defensor británico Andrew Robertson, pues cuando llegó al círculo donde estaban celebrando los jugadores terminó resbalando y golpeándolo.
Acto seguido, Robertson cayó al suelo e hizo gestos de dolor. Del otro lado, los guardias de seguridad se llevaba al chico sujetado mientras que el entrenador alemán de Los Rojos, Jürgen Klopp, gritaba visiblemente molesto al imprudente aficionado.
Lo cierto es que, a partir de aquél momento el aficionado ha quedado condenado de por vida y no podrá ingresar a Alfield, salvo alguna revocación de la decisión inicial la cual, no cabe duda de que es un castigo ejemplar para evitar que continúen ocurriendo este tipo de momentos que podrían terminar en un inconveniente mayor.
En tal partido, el Liverpool dio una terrible goleada al United con marcador 7-0, gracias a dobletes de Cody Gakpo, Darwin Núñez y Mohamed Salah, así como una diana de Roberto Firmino. Los Diablos Rojos no recibían esa cantidad de goles desde el 1930 en un partido contra el Aston Villa.
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