Mientras más y más sobrevivientes de abusos sexuales y laborales usan plataformas públicas de manera anónima, para señalar a los abusadores en Nueva York, el Grupo de Trabajo sobre Acoso Sexual y la coalición ‘Lift Our Voices’ se dirigieron este lunes a la Asamblea Estatal para exigir que se apruebe un anteproyecto de ley que prohibiría a los empleadores obligar a los trabajadores a permanecer en silencio.
En este caso específico, la Ley Stop Silencing Survivors Act prohibiría a los empleadores incluir acuerdos de no divulgación en cualquier contrato laboral, destinado a abordar el daño que enfrenta un empleado, como el acoso sexual.
Si se promulga esta iniciativa de ley, los sobrevivientes estarían protegidos para hablar libremente sobre su experiencia laboral, si así lo desean, sin temor a represalias o exposición legal, por simplemente denunciar un comportamiento dañino e inaceptable.
Además, las personas objeto de abusos, estarían facultados para advertir a los empleados actuales y futuros sobre un lugar de trabajo tóxico. Y los abusadores ya no podrían protegerse de la responsabilidad.
“Esta legislación garantizará que los depredadores ya no puedan esconderse detrás de cláusulas de confidencialidad, para encubrir el mal comportamiento, y poner en peligro a sus compañeros de trabajo. Nivelará el campo de juego para aquellos que solo quieren trabajar con dignidad”, remarcó Gretchen Carlson, cofundadora de Lift Our Voices.
El problema del NDA
Aunque Nueva York ha logrado avances significativos en la protección de las víctimas de acoso sexual y discriminación en el lugar de trabajo, las leyes todavía permiten acuerdos de no divulgación (NDA) en los contratos de trabajo.
Bajo la ley vigente, este tipo de acuerdos solo pueden incluir un NDA, si es la preferencia de las víctimas.
Pero en la práctica, muchas víctimas de acoso sexual y discriminación son presionadas en firmar un NDA, a menudo para recibir una compensación por el daño que han experimentado.
Esta legislación alinearía a Nueva York con Washington, Nueva Jersey y California, que han aprobado recientemente legislación para prohibir las NDA para casos de discriminación laboral.
En síntesis, este anteproyecto de ley prohíbe a los empleadores incluir una NDA o un acuerdo de no menosprecio en una renuncia, conciliación, acuerdo u otra resolución a una supuesta violación de la ley de derechos humanos o derecho laboral.
También prohíbe que los empleadores impidan de otro modo que un empleado pueda revelar su experiencia.
“Todos los empleados merecen sentirse seguros en su lugar de trabajo. Pero con demasiada frecuencia, nuestras instituciones y quienes ejercen el poder, hacen que sea casi imposible que los sobrevivientes de acoso sexual, agresión o discriminación presenten sus denuncias”, dijo la asambleísta de Queens, Jessica González-Rojas, principal patrocinadora de esta iniciativa legal en la legislatura estatal.
Modelo depredador
Según Harvard Business Review, un estudio muestra que más de un tercio de la fuerza laboral en el país está sujeta a un NDA.
En efecto, el problema es que no hay forma de saber el número exacto de mujeres que han firmado NDA, pero cree que la mayoría a menudo no entiende lo que han acordado. Este tipo de cláusulas también permite que continúe el “comportamiento depredador” en las empresas, porque se silencia a las personas para que no hablen al respecto.
“Esta práctica debe terminar ahora. No podemos hablar de seguridad pública y dejar a los trabajadores atrás, sufriendo el trauma de este tipo de violaciones. Debemos prohibir la práctica dañina de los acuerdos de confidencialidad y garantizar que ningún sobreviviente sea silenciado”, remató González-Rojas.
Un grupo de trabajo
El Grupo de Trabajo sobre Acoso Sexual está formado por siete extrabajadores de la Legislatura del Estado de Nueva York, todos los cuales experimentaron, presenciaron o denunciaron acoso sexual mientras trabajaban para el estado.
El 22 de marzo de 2018, este grupo instó públicamente a los legisladores y al gobierno estatal a llevar a cabo un significativo y transparente proceso para revisar y establecer la política de acoso sexual del estado.
Y, precisamente, esta propuesta legislativa que se espera sea aprobada este mismo año, forma parte del paquete que pretende despejar el camino al abuso sexual y laboral.
“Nadie puede decirme que los acuerdos de no divulgación (NDA), considerados en cualquier forma con respecto a los casos de violencia sexual en el lugar de trabajo, no son inherentemente manipuladores. Es hora de que el estado de Nueva York reconozca aún más que la violencia sexual es un asunto de derechos humanos, y también un tema de derechos laborales”, concluyó el activista Max Micallef.
En cifras:
- 60% de los trabajadores estadounidenses han experimentado o presenciado discriminación en el lugar de trabajo.
- 40% informó haber sufrido represalias después de hablar o denunciar abusos.
- 1 de cada cuatro trabajadores negros e hispanos reporta algún tipo de discriminación reciente en el trabajo. (Fuente Lift our Voices)