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Michael Appleton / NYC Mayoral Office
Todo padre sabe que los primeros cinco años de edad de un niño son fundamentales para el éxito a lo largo de toda su vida. Las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York tienen el compromiso de asegurar que nuestros neoyorquinos más jóvenes y sus familias cuenten con el apoyo necesario para un comienzo brillante y un futuro distinguido. No ha habido un mejor momento que el presente para ser padre de un niño pequeño en la Ciudad de Nueva York. Ante las mejoras que estamos realizando, le invito a que matricule a su hijo en uno de nuestros varios y diversos programas para la primera infancia, diseñados con el propósito de satisfacer las necesidades y preferencias de su familia.
Como canciller, ha sido mi prioridad asegurar que brindemos una educación para la primera infancia de alta calidad a cada niño de la Ciudad de Nueva York, de modo que todos tengan las mismas oportunidades para alcanzar un futuro brillante, sin importar dónde vivan, cuál sea su raza, ni ningún otro factor. Esta visión es una realidad gracias a nuestras colaboraciones con organizaciones comunitarias, escuelas de distrito y un sinnúmero de educadores quienes han dedicado sus vidas y profesiones a nuestros estudiantes más pequeños y a sus familias.
La administración anterior debe ser reconocida por su dedicación a la programación para la primera infancia. Al ocupar el cargo de canciller, se volvió parte de mi responsabilidad evaluar estas y otras iniciativas. Aprendí acerca de realidades difíciles sobre el estado de nuestro programa para la primera infancia. Muchas familias eran colocadas en listas de espera, mientras que había cupos disponibles en otros vecindarios de la Ciudad. Descubrí que 3-K y Prekínder para Todos (Pre-K for All) no era, en efecto, “para todos”. Estos programas les fallaron a nuestros niños con discapacidades, cuyas familias esperaron por años para obtener acceso equitativo a la educación. Los proveedores de muchos de estos servicios importantes expresaron que nuestra burocracia era un gran obstáculo en el proceso de proporcionar servicios a los niños de manera óptima.
Consecuentemente, pusimos manos a la obra para corregir estos problemas sistémicos, a fin de establecer la equidad.
Estoy sumamente orgulloso del trabajo que el alcalde Adams, mi equipo y toda esta administración han logrado para transformar la educación de la primera infancia en una genuinamente inclusiva de todos los niños de la Ciudad de Nueva York, específicamente aquellos con discapacidades. Recientemente, anunciamos nuestro interés de expandir el acceso a la educación especial en nuestra oferta de servicios. Me complace compartir que en la primavera esperamos contar con suficientes cupos de educación preescolar para atender a todo niño con discapacidad en los cinco condados.
Estamos trabajando arduamente para transformar el sistema, de modo que satisfaga las necesidades de las familias con niños desde que nacen hasta los cinco años de edad. Muchas familias han hecho su voz sentir en cuanto a la situación de escasez de cupos para bebés y niños pequeños en sus comunidades. Un sistema verdaderamente universal escucha a las familias a las que presta servicios y prioriza sus necesidades.
Es por esto que ya hemos trasladado más de 600 cupos a áreas que los necesitan, y hemos convertido aproximadamente 500 cupos sin asignación en cupos para bebés y niños pequeños. De esta forma, aumentamos la cantidad de horas de cuidado infantil y aseguramos la disponibilidad de programación correspondiente durante todo el año, a fin de acomodar más eficazmente los horarios de trabajo de nuestras familias. Pero eso no es todo. Las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York continúan en el proceso de hacer ajustes a alrededor de 40,000 cupos disponibles para atender a niños en los vecindarios que más lo necesiten, a través de los cinco condados de la Ciudad.
Esta labor es posible gracias a nuestros colaboradores. Tenemos el compromiso de mejorar este sistema, de manera que funcione más adecuadamente para las organizaciones comunitarias con las que las familias han contado para la primera infancia durante años. Escogemos trabajar intencionalmente con organizaciones locales y apoyadas por nuestras comunidad. Estas son las personas que conocen estos vecindarios y a los niños que juegan en ellos, y que tienen la habilidad de lograr sus objetivos. Son su vecino, tía o hermano, quienes se han dedicado a una vida de servicio. Pocos conocen el efecto que la rápida expansión de prekínder ha tenido sobre estos proveedores.
Estamos construyendo una infraestructura que empodere a los líderes de nuestras organizaciones comunitarias; que eleve sus voces y las coloque en una posición de vanguardia; que remueva las barreras burocráticas; y que estimule su participación en colaboraciones significativas y de apoyo, a fin de asegurar la alta calidad de todos los programas.
Hemos completado una gran cantidad de trabajo en un corto tiempo, y hay mucho más por hacer. Esto no es un desafío, sino una oportunidad. Queremos darles a los neoyorquinos la oportunidad de que asistan a un programa de la primera infancia que funcione para todos, y de que sientan orgullo al decir que sus hijos fueron parte de él.
Si necesita más información sobre el programa para la primera infancia de las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York, o si desea inscribir a su hijo hoy mismo, visite schools.nyc.gov/3k o schools.nyc.gov/prek.
David C. Banks es el Canciller de Educación de la ciudad de Nueva York.